Esa terrible situación terminó el pasado sábado cuando el jefe de la Policía, mayor general Manuel Castro Castillo fue enterado del caso.
La señora Dominici Medrano vivió una crisis tan fuerte que incluso el Instituto de Seguridad Social de la Policía le retiró el seguro médico a la familia, inmediatamente después que el cabo López Ortega fuera asesinado.
El alegato fue que el cabo estaba fuera de servicio cuando lo asesinaron junto a su hijastro, cuando trabajaba en un taller de electricidad de su propiedad.
La viuda del cabo denunció su caso en el programa El Gobierno de la Tarde, donde Consuelo Despradel dio a conocer la situación de la familia.
El coronel Jacobo Mateo Moquete, vocero de la Policía, contactó a Deyanira y puso el caso en conocimiento del mayor general Castro Castillo.
El oficial acompañado de su madre doña Mireya Castillo viuda Castro, se trasladó al sector El Manguito, de Sabana Perdida, donde la viuda del cabo López Ortega.
En condiciones precarias Deyanira Dominici Medrano sobrevive con sus hijos Jorge Luis, de siete meses de nacido; el inquieto Luis Gabriel, de tres años; Luis Rolando, de 7; Luis Daniel, de 11 y Ángel Ismael, de 13.
Castro Castillo y su madre entregaron a Deyanira y a sus hijos útiles escolares, prometieron gestionarle ingresos para la manutención de la familia y la entrega de uno de los apartamentos en el proyecto de la institución del orden en el kilómetro 17 de la avenida Las Américas.
"Es conmovedor ver cómo viven estos niños y su madre, no podemos abandonarlos, hacerlo sería una gran insensibilidad de nuestra parte", dijo Castro Castillo.
Ordenó al director de Asuntos Legales de la institución, coronel abogado José Francisco García hacerse cargo del caso a través de la recién creada Defensoría Policial,
Escrito por: RUDDY GERMAN PEREZ (r.german@elnacional.com.do)
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