miércoles, 15 de febrero de 2012

Un dominicano lleva 14 años preso alegando inocencia

NUEVA YORK._ En febrero de 1992, tres dominicanos fueron implicados en el asesinato del ex policía Marcus Peterson, quien trabajaba como guardia de seguridad en la discoteca Palledium de la calle 14. Los acusados fueron David Lemus, Olmedo Hidalgo y Jon Adrian Velázquez. Los dos primeros, fueron absueltos luego que un juez decidió que se revisaran nuevas evidencias que demostraron la inocencia de los criollos. Lemus, quien había reclamado $50 millones de dólares en compensación, se transó por $1 millón, 250 mil y Olmedo, quien fue deportado a la República Dominicana tras ser liberado también obtuvo una suma millonaria a través de su abogado en Nueva York.

Velázquez, sigue recluido en la cárcel del poblado de Sing Sing situada en el poblado de Ossining y ha estado alegando inocencia también, desde que fue condenado.  Se entregó voluntariamente a las autoridades el 2 de febrero de 1998 al enterarse que estaba siendo buscado por la policía en conexión al asesinato de Marcus.
Supuestos testigos de la fiscalía, lo señalaron en una línea de identificación, como el hombre que había disparado contra el ex policía, por lo que fue juzgado y sentenciado a 25 años. De nueve, tres de los testigos lo sindicaron como el asesino, pero sus abogados arguyen que los fiscales usaron los testimonios de criminales convictos, narcotraficantes y pandilleros para hundir injustamente a Velázquez en la prisión.
En el juicio, dos de los tres que lo señalaron se retractaron y dijeron que fueron amenazados y amedrantados por la policía y la fiscalía para que acusaran a Velázquez del crimen. Entre los que testificaron había una mujer, sobre la que los juristas y expertos, expusieron serias dudas acerca de sus declaraciones en la corte.
Ella había sido arrestada varias veces por delitos criminales y al parecer, también negoció con la fiscalía. Durante las investigaciones se señaló a otro sujeto, sindicado como el pistolero que mató a Marcus en el incidente.
La condena contra Velázquez se basó únicamente en el testimonio de los testimonios y no en evidencias materiales, arguyen sus abogados. El prisionero envió hace 10 años una carta al programa “Date Line” de la cadena NBC pidiendo apoyo para su liberación y el productor del espacio que se transmite los domingos, se tomó la década para hacer las averiguaciones.
El domingo pasado, el programa transmitió un documental especial en el que develó la injusticia del encarcelamiento del dominicano, reveló nuevas evidencias, se entrevistaron detectives que participaron en el caso, hablaron con testigos y familiares.
“Cada día que el señor Velázquez pasa encarcelado es un aborto involuntario de la justicia y socava groseramente cualquier concepto verdadero de la justicia americana, porque Jon Adrian Velázquez es en realidad, un hombre inocente”, refieren los defensores de la libertad del prisionero.
La Unidad de Integridad de Convicción, una dependencia de la oficina del fiscal de Manhattan Cyrus R. Vance Junior, aceptó en el 2010 revisar el caso de Velázquez.
El reo es padre de dos hijos, ha participado en numerosos programas como voluntario, dirigidos a ayudar a otros reclusos, vive en el llamado “Bloque de Honor” de la cárcel por su buena conducta, ha obtenido 84 de 120 créditos para graduarse de una licenciatura en Ciencias del Comportamiento en la Escuela Superior de la prisión.
También ha sido reconocido diligente y trabajador y fue nombrado en varias posiciones en el Comité de Enlace Interno, el Programa de Reunión Familiar y el Programa de Asistencia a la Juventud y ha jugado un papel importante como miembro de la Comisión del Grupo Voces Inolvidables que ha establecido una poderosa red entre prisioneros, funcionarios electos, miembros del clero y activistas comunitarios.
Una campaña se desarrolla a nivel nacional e internacional, incluyendo las redes sociales para exigir la libertad de Velázquez.

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